lunes, 28 de enero de 2008

Sus ojos


un hechizo
unos ojos
una mirada

Una mirada que me ha dejado sin voluntad, un hechizo que se ha apoderado de mi. Unos ojos que turban mi vida.

Una mirada, unos ojos castaños que me vuelven loco cuando me miran.

Una mirada profunda que observa mi rostro, una mirada que me envuelve en su hechizo.

Esos ojos de mi brujilla. Esos ojos que hacen conmigo lo que quieren.

Cuando abre sus ojos y mira a los míos, puedo ver su espíritu joven, muy joven, su
mirada inocente sin malicia, esa mirada que se abre al mundo para descubrir lo que le espera.

Con esa mirada el tiempo fluye más rápido las horas pasan sin darme cuenta.

Una voz a mi lado rompe el hechizo, Ella, mi amor me llama. Giro mi cabeza y ahí están, esos ojos. Esos maravillosos ojos que comparten madre e hija. Esos ojos que
a mi me vuelven loco. Esos ojos que desbocan mi corazón.

Ya lo se, estoy perdido. Pero que bendita perdición.

He tardado pero entre mirada y mirada he conseguido llegar a este rincón. Y espero no tardar tanto en volver. Aunque esos ojos ...

miércoles, 9 de enero de 2008

Una luz, una esperanza ( y X)

Como hemos llegado hasta aquí


Un final,

un inicio,
una nueva vida


Un dolor, otro, cada 15 minutos, cada 10.
Una sonrisa forzada, otro pinchazo.
Nuestra luz quería brillar más que nunca. Se estaba haciendo presente, estaba avisando de que iba a llegar.

Una hora: las tres de la mañana
Un destino: el hospital
Un día: el 24 de diciembre.

Así se inicio la última etapa de este viaje, así tomamos la recta final que nos llevaría hasta nuestra Luz, hasta Lita nuestra niña.

Hubo dudas, hubo miedo, fueron 12 horas de espera. Finalmente a media tarde, entre las cuatro y las cinco nuestra luz brillo en su plenitud.

12 horas duras, 12 horas donde la más dura impotencia se apodero de mí, era un simple espectador, no podía hacer nada. Delante de mí las dos personas que más quiero sufrían y yo simplemente solo podría dar palabras de animo, consolar a mi amada. Los médicos parcos en palabras, hacían su trabajo, rutinario para ellos, iban y venían y yo solo podía mirar.

Al final el camino se volvió tortuoso, se complicó. Nuestra luz tembló, una palabra sonó en el aire, cesárea. A partir de ese momento ni pude ser un espectador, las dos desaparecieron de mi vista, mi amada y Lita en su interior.

Espera 20 minutos, dijeron, minutos que se alargaron hasta la hora, pero por fin, la pude ver, a mi luz brillando, mirándome con sus ojitos negros, pequeña, indefensa, notando que mi vida cambiaba, que a partir de ese momento sería diferente.

Habíamos llegado al final de nuestro viaje, nuestra luz ya estaba con nosotros, iluminando nuestras vidas, iluminando un nuevo camino un camino sin retorno que iba a transformar nuestras vidas.

Al final de la tarde pudimos reunirnos los tres, mi amada, Lita y yo, en el inicio de una gran aventura, la aventura de vivir.

Lita, llegaste un 24 de diciembre, pero no llegaste sola, llegaste de la mano de mi gran amiga la Luna, llegaste el día de Luna Llena. Casualidad, ¿quien sabe?. Ella la luna, siempre me ha acompañado en los momentos importantes de mi vida.


Y como esto no podría acabar así, aquí os dejo unas cuantas fotos de mi luz









Más fotos aquí