
Siempre el mundo habia ido más rápido que él, por mucho que lo intentaba no conseguia llegar a las cosas.
Todo iba más deprisa.
Las cosas se le acumulaban, el trabajo se convertia en una montaña díficil de escalar.
Su desesperación era grande, pero solo duraba un segundo.
Él tranquilo, a su paso, empezaba su camino, lento pero seguro. Llegaba a lo que podia, y a lo que no podia, no dudaba en pedir ayuda.
Iba a su ritmo, con las prioridades bien claras.
Tenia una vida por delante.
Su filosofia era fácil:
"Que el mundo corre más, sin problema, ya me esperará en la cima"
Hace tiempo alguién le enseño que era mucho más importante el camino que no la meta. Alguién con quien compartia su camino desde hace tiempo. Alguién que le enseño que ir lento no era un problema.
Muchas veces queremos llegar a todo, poder con todo y "todo" se nos merienda. Aprendamos a compartir nuestro camino.
Ya hay fecha oficial para el gran evento de diciembre: el 20 ... como se retrase vaya regalo de Navidad más chulo que tendremos, por ahora a esperar.