
“Escribo.... no... borro, Vuelvo a escribir. Cierro el fichero. Vuelvo a empezar. No, no me gusta lo que escribo. Lo vuelvo a borrar.”
Llevo unos días que empiezo a escribir y, a las pocas las líneas, lo dejo. No me gusta lo que veo. Lo que empiezo con un gran interés se va desliendo poco a poco al repicar las teclas.
Tal vez ellas, las teclas, no se han enterado de que las vacaciones se acaban y en un intento de prolongar el verano se niegan a trabajar, a proporcionarme esa chispa que sale cuando escribo con ellas, tal vez si escribo sobre ellas las despierte, despierte su interés y me ayuden a hacer algo útil.
“Tal vez consiga escribir algo nuevo, algo interesante.”
Pero no, hoy tampoco es mi día. Las teclas no cooperan. Mis dedos intentan
Motivarlas con movimientos rápidos, buscando una combinación de teclas que las emociones, pero no consiguen nada.
“Que le vamos hacer, espero que mañana se me de mejor, se les de mejor a ellas.”
Bueno falta poco para el inicio del curso laboral, espero que los primeros frescos de septiembre las despierten.
"Tengo tanto que decir... perdón, escribir..."
Por cierto esta noche en la que hay Luna Llena, acudiremos a ti los tres, tengo que presentarte ha alguien nuevo en mi vida, Ella, Yo y nuestra habichuela que ya da patadas. Ya os explicaré lo que me cuente. Por cierto ErMoya me dejaste un regalo y no lo he olvidado. Estoy en ello.