miércoles, 29 de agosto de 2007

Mis teclas

Aquí estoy, delante de la pantalla aporreando a unas pobres teclas que no tienen nada que ver con lo que me pasa, o ¿tal vez sí?

“Escribo.... no... borro, Vuelvo a escribir. Cierro el fichero. Vuelvo a empezar. No, no me gusta lo que escribo. Lo vuelvo a borrar.”

Llevo unos días que empiezo a escribir y, a las pocas las líneas, lo dejo. No me gusta lo que veo. Lo que empiezo con un gran interés se va desliendo poco a poco al repicar las teclas.

Tal vez ellas, las teclas, no se han enterado de que las vacaciones se acaban y en un intento de prolongar el verano se niegan a trabajar, a proporcionarme esa chispa que sale cuando escribo con ellas, tal vez si escribo sobre ellas las despierte, despierte su interés y me ayuden a hacer algo útil.

“Tal vez consiga escribir algo nuevo, algo interesante.”

Pero no, hoy tampoco es mi día. Las teclas no cooperan. Mis dedos intentan
Motivarlas con movimientos rápidos, buscando una combinación de teclas que las emociones, pero no consiguen nada.

“Que le vamos hacer, espero que mañana se me de mejor, se les de mejor a ellas.”

Bueno falta poco para el inicio del curso laboral, espero que los primeros frescos de septiembre las despierten.

"Tengo tanto que decir... perdón, escribir..."




Por cierto esta noche en la que hay Luna Llena, acudiremos a ti los tres, tengo que presentarte ha alguien nuevo en mi vida, Ella, Yo y nuestra habichuela que ya da patadas. Ya os explicaré lo que me cuente. Por cierto ErMoya me dejaste un regalo y no lo he olvidado. Estoy en ello.

viernes, 10 de agosto de 2007

La aventura de morir


Había llegado al final del sendero, delante de él se abría un precipicio, detrás suyo una lengua de lava avanzaba hacia su posición devorando el camino por el que había venido. Si se quedaba allí moriría seguro, pero la opción que le quedaba no era mejor.

Observo las paredes del precipicio, demasiado lisas para bajar por ellas.

Sus opciones se resumían en saltar o esperar a la lava. Nunca había sido persona de no hacer nada así que sin pensárselo dos veces salto.

Mientras caía, hizo un repaso de como había llegado hasta allí. Había valido la pena no se arrepentía de nada.

El suelo se iba acercando.

Tenia claro que se encaminaba a una muerte segura. Por encima de él vio como la lava había llegado al precipicio y se desbordaba por él.

Sonrío, había conseguido unos segundos más de vida.

Una frase le vino a la cabeza: "morir debe ser una gran aventura". ¿Donde la había oído?. No, ¿donde la había leído? ... “Las aventuras de Peter Pan”. Lastima que no tuviese una Campanilla para que lo hiciese volar.

Si seria una gran aventura, allí estaba él delante de su destino. Dueño de su destino al haber podido elegir.

El suelo, ya a pocos metros, se acercaba ...


La aventura de morir empieza cuando nacemos, es nuestra mayor aventura y dura toda una vida.

jueves, 2 de agosto de 2007

Una luz, una esperanza (V)

Como hemos llegado hasta aquí


20 semanas,
20
hojas de una margarita deshojada ...

Hemos llegado a la mitad, nuestra habichuela poco a poco va creciendo en el interior de ella, haciéndose sitio, preparándose para venir a este mundo.


20 semanas faltan, una eternidad.
20 semanas pasadas, un instante.

Es curioso como él tiempo se dilata. Parece que fue ayer, cuando hacia el primer post de esta serie, parece que fue ayer cuando con temores iniciábamos este camino. Ayer ..., pero el mañana, en diciembre, se ve lejos, muy lejos.

Lita, así la/le llamamos, diminutivo de habichuela, Lita va creciendo poco a poco a su ritmo, absorta/o de nuestros temores, de nuestros deseos, de nuestras alegrías. Su corazón ya late con fuerza, sus manos crecen, su nariz respingona apunta al cielo con firmeza.

Lita, queremos que pronto estés con nosotros, en diciembre. Un mes que era triste para mí, en Navidad una época que me deprimía. En el una vida se fue, ahora llega otra.

Lita, nuestra luz, te esperamos.


He descubierto una nueva sensación, el poder abrazar a las dos personas que más quiero a la vez, poner mis manos rodeando su vientre.