domingo, 4 de mayo de 2008

Arena


Como un castillo de arena
que se desmorona con el viento,
así veía como su vida,
poco a poco,
se iba deshaciendo
entre sus manos.



Hasta ese momento creía que su vida era solida, asentada sobre una fuerte base. Nada podría con ella, pero no podía estar más equivocado. Toda su vida era un gran castillo de arena. Un castillo de arena que, eso sí, había ido edificando con mucho cuidado, evitando derrumbes. Añadiendo torres que lo hacían verse imponente, indestructible.

Su vida era ese castillo, ese débil castillo. Aunque él todavía no lo sabía, no podía intuir lo débil que era.

Un cambio de mareas trajo la primera ola, un muro cayo, no se lo podía creer, tanto trabajo borrado de un plumazo. Poco a poco fueron cayendo almenas, ante sus ojos su vida se deshacía.

Lloro, amargamente, pero no cayo en la desesperación. Saco todas las fuerzas que pudo de sus lloros, y apoyándose en los restos de su castillo empezó a construir otro. Ahora ya sabia que podía perderlo todo, pero también sabia que mientras tuviese fuerzas, gente que le apoyase, personas que le quisiesen, podría volver a reconstruirlo.

En mi vida ya he perdido la cuenta de los muros que han caido, muchos los he ido a llorar a la luz de la luna, pero también he perdido la cuenta de los muros levantados, al principio solo con mis manos, luego con Ella, mi amada y dentro de poco con Lita mi niña.

6 comentarios:

Lara dijo...

¡Uf! yo también soy experta en levantar muros. En la vida, por estable que se crea, nunca se tiene nada seguro y se puede perder todo en cuestión de segundos.
Muuuuuacks!

Jessika dijo...

Lo importante es eso, que has salido adelante has conseguido volver a construir, has resurgido de las cenizas como el Ave Fenix... yo también lo hice y espero seguir haciendolo,la vida es muy corta y hay que seguri avanzando.
Besitos.

Plasoaris dijo...

No hay mayor desesperación que ver como algo se escapa entre tus manos sin ser capaz de contenerlo. No importa cuanto se nos escape si somos capaz de recogerlo y volver a llenar nuestras manos de esperanza

Amylois dijo...

Ohhhhhh, que triste, pero sí, todos levantamos muros como defensas, algunos son destruidos y otros...no se derrumban jamás.
Besitos.

- dijo...

Castillos.
Sí.
Arena. Quizá no sea una buena combinación. Tampoco construirlo a orillas del mar...
Qué bueno poder reconstruirlos, pero esta vez aprendemos a hacerlos con ciertas precauciones. Aveces el mar nos traiciona, nuestro material es débil. Cuidado...



Abrazos

Principito Desencantado dijo...

Y espero q mucho más muros te queden por levantar al lado de Ella y al lado de Lita, tu ilusión.

Un abrazo amigo!