
“¡Aire!”.
Me ahogaba, ya no podía más.
Mis piernas ya no respondían. Había corrido hasta quedarme sin resuello, tenia el corazón a punto de explotar.
Toda aquella carrera no había servido para nada, podía ver como delante mí la vida seguía corriendo y se alejaba.
Me era imposible seguir su ritmo, durante mi carrera había cogido demasiado peso, demasiadas cosas. Mi equipaje, ligero al principio de la carrera, se había tornado pesado y lastraba mi paso.
Solo tenia una opción: si quería volver a la carrera, si quería continuar a buen paso, tenia que tirar lastre, tenia que dejar parte de mi equipaje.
Grave decisión, lo único que sabia es que no podía continuar con todo, tenia que dejar algo pero no sabia que.
Fue una dura decisión primero intente eliminar las cosas superfluas, pero poco peso aligere. Finalmente saque algunas cosas importantes para mí, que llevaban mucho tiempo conmigo, que tuvieron su momento pero que ya no podía con ellas.
Poco a poco aligere el equipaje, con menos peso mi paso fue más rápido y pude ver como volvía a alcanzar la vida y ponerme a su nivel. Contento pero a la vez triste por el recuerdo de lo dejado en el camino cosas que tal vez no volvería a encontrar pero que al menos llevaba en mi corazón.
Mirando al frente continué mi camino, a la luz de la Luna