Ya era hora de marcharse, su tiempo había pasado.Lentamente, con calma, hacia sus maletas, recogiendo sus cosas, sus recuerdos. Habían sido varios meses y se habían acumulado muchas cosas.
Le veía como iba siguiendo la liturgia de cada año, como poco a poco su vieja maleta, compañera de tantos viajes, se iba llenando.
Un pensamiento triste cruzo mi mente, no quería que se fuese, quería que se quedase conmigo, mi vida sin él se oscurecería. Mis días cada vez serían más cortos.
Se que su ausencia despojaría de calidez a mi vida. Sin él, el frío volvería a mí.
"Clac", cerró su maleta. Sin decir nada la cogió y salió por la puerta.
Una promesa en el aire decía que nos volveríamos a ver el año que viene, mi corazón arde de deseo de que así sea.
Desde la ventana vi como se alejaba.
"Era su hora de marchar y se fue con las primeras lluvias de septiembre"
Solo pude decir ...
Adiós verano !!.
Cuando vuelvas, espero presentarte a una nueva luz que habrá en mi vida.
9 comentarios:
ay ay aay justo tenía que leer esto. justo hoy durante todo el día me venía ese sentiemitno de pena, tirsteza, se terminó el verano, nsotalgia, mucha nostalgia, mucha pena, y ahroa voy y leo esto. Precioso escrito por cierto, me encantó.
anaccapote, por estos lares se va el verano pero nos viene el amarillo otoño, cuando la naturaleza se prepara para dormir.
En cuestión de maletas, yo soy toda una entendida en la materia... Cuesta menos deshacerlas que volverlas a hacer. En cualquier caso, siempre están ahí, escondidas en cualquier armario, esperando y recordándote que en el momento más inesperado volveran a formar parte de un nuevo viaje. En fin, ¿cómo lo llevas?, yo calentando motores, ya se sabe, despacito pero con buena letra. Me alegra estar de vuelta por aquí después de tanto tiempo. Besos
No se quizá pierda el tren y vuelva por unos días.
Hola Alalluna, yo bien, ella regular y la habichuela dando pataditas :P, preparandonos los tres para un magnífico otoño.
Aiyana, es díficil que vuelva, es un caminante arduo, pero siempre nos puede enviar una postal.
Dulce Xiluso...una estación se va y viene otra de colores ocres, de olor a tierra mojada y cielo plumboso...para mí, es una estación que me encanta...bueno...es una forma de animarme...
Ahora sí...dulce noche
:) Que lindo... que forma más bonita de describirlo, a mi también me da penita que se vaya pero el proximo será toda una sorpresa para los dos, yo estaré casada (d.m) y tú tendrás a tu habichuelita contigo.
Besitos.
Dulce Luna el otoño es una estación que me encanta, ver como la naturaleza se prepara para descansar es maravilloso.
Jessika, cuantas cosas tendremos que explicarle al pròximo verano cuando llegue, cuantas ...
Pero.... vendrán otros veranos ;)
Besos y gracias por tu visita a mi blog.
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