lunes, 5 de febrero de 2007

No tan solo

Cuando estaba solo, nada temía, me enfrentaba a mil peligros, me lanzaba a conquistar el mundo sin miedo, sin responsabilidades. Solo era yo, yo contra el mundo y si el mundo no me quería, me importaba bien poco. Él se lo perdía. Era el único dueño de mi destino.

Pero cuando mi corazón se llenó, algo cambio. Me enfrentaba a mil peligros, me lanzaba a conquistar el mundo, pero tenia miedo, no por mí, si no un miedo egoísta, un miedo a que mi corazón se desbordase y volviese a quedar vacío.

Cuando Ella me encontró, cambié, mi amor debilitó mi valentía, empecé a sentir miedo, a sentir miedo por perderla, no por que se fuera, era libre de irse, si no por que le pasase algo. Miedo de saber que podría irse de este mundo.

Si, lo reconozco, tengo miedo de lanzarme a tumba abierta con mi bicicleta por esa bajada, miedo por lo que le pueda pasar.

Una sala de espera, un momento de incertidumbre, un hospital, ... que pequeño, indefenso e inútil me sentí. Que momento de debilidad, pero que gran momento, en él me di cuenta de lo afortunado que soy.

Pero eso doy gracias por mi debilidad, doy gracias por tener mi corazón lleno a rebosar, doy gracias por tenerla conmigo, por seguir compartiendo esta vida con ella, y si he de dejar mi bicicleta y bajar andando, me es igual mientras Ella siga a mi lado.



Gracias a todos por vuestro apoyo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás nos volvamos más débiles en cierto sentido, quizás nos da más miedo arriesgar en ciertas cosas; pero, en el fondo creo que ese sentimiento también nos hace enfrentarnos a los problemas con mucha más fortaleza. Yo también doy gracias por mi debilidad, porque ella significa que tengo alguien especial como punto de apoyo. Saludos desde mi luna

Nada que Contarte dijo...

Deseo de corazón que todo vaya bien. Yo hace un año viví algo parecido a lo que cuentas (hospital, miedo, incertidumbre...) No se lo deseo a nadie, y sólo espero poder enviarte todas las fuerzas del mundo para sobrellevar este momento de la mejor manera posible. Ánimo, y ojalá pronto podais volver a estar juntos.

Alepsi dijo...

Si la valentía se debilita al compás del amor, pues bienvenida sea la debilidad...

De hecho ya es eso, si estás solo te arriesgas, si estás acompañado, primero miras y evalúas los riesgos... es una forma de crecer.

[Me ha parecido entrever buenas noticias en el post... si es así, felicidades! ;)]

Xiluso dijo...

Alalluna, bendita debilidad, y bendita en la hora que vino :D

Nada que contarte, a ido bien, o todo lo bien que pueden ir estas cosas. Gracias por tus palabras.

Alepsi, muy buenas ....